Ayer


Tradición, pasión y perseverancia. No había acabado el año 1927 cuando D. Juan Velasco Gutiérrez decidía poner en marcha, en la localidad guipuzcoana de Pasajes, un negocio de pesca al fresco con dos barcos de madera y escasa potencia: el Otoyomendi y el Illunzamendi.

A pesar de la inestabilidad del mercado y de sortear durante una década las dificultades, D. Juan Velasco mantuvo la actividad de la flota, hasta que en 1938 construyó dos barcos: el “Masó X” y el “Masó XI”, destinados a la pesca en fresco en pareja.

Pese al reciente fin de la Guerra Civil, en 1940, D. Juan Velasco decidió
construir otros dos barcos más: el Mourisca y el Domayo. El hundimiento de éste segundo años después, no hizo sino avivar su espíritu emprendedor, reponiéndolo por otro y haciéndolos navegar de nuevo juntos hasta 1965. Y lo hizo apostando por una visión a largo plazo de forma, en muchas ocasiones, vanguardista para la época, haciendo sacrificios y dejando a su familia en un pequeño pueblo de Bizkaia durante los años más convulsos mientras él pensaba en nuevas maneras de hacer productos de calidad que generaran mayores beneficios. Así, en 1952, mandó construir la pareja bacaladera “Bahía de Pasajes” y “Abra de Bilbao”.

Lasaola

Años después, en 1958, se volvería a apostar por una nueva Pareja Bacaladera: el “BahíaAzul” y “Bahía de Nuestra Señora”, hasta que en el año 1967 se haría a la mar la primera Pareja Bacaladera de Rampa por Popa que trabajaría en España bajo el nombre de “Bahía de los Vascos” y “Bahía de nuestra Señora”, destinada al caladero de Terranova para elaborar bacalao salado a bordo.

Sus excelentes resultados le empujaron a contratar la construcción para la pesquería de Terranova, en Astilleros y Construcciones Vigo, de dos nuevos Barcos: el “Bahía de Guipúzcoa” y el “Bahía de San Sebastián”, con mayor amplitud y potencia que los anteriores, y que entraron en servicio en el año 1969. Y en el año 1970, construyó el barco de cabotaje “Río  Urumea” que sería vendido en 1978.

No sería hasta 1988 cuando, cinco años después de la adquisición de la Pareja Bacaladera “Lasaola” y “Lasaberri”, se transformaría parcialmente en barco factoría congelador. Asimismo, en 1998 también se transformarían el Bahía de Guipúzcoa y Bahía de San Sebastián en barco congelador.

Ya al adquirir el barco Arosa Nueve en 2010 se abandonó la producción de salado y se focalizó en la producción de bacalao congelado.

Hoy, casi un siglo después de luchas, de mucho trabajo, varias construcciones y, sobre todo, de una apuesta continua por el progreso, Velaspex ha mantenido la confianza y experiencia de aquel equipo en tierra y abordo que le hizo ser reconocida durante décadas, situándose hoy como una empresa especialista en la pesca y elaboración de bacalao.

El pasado en imágenes


Hoy


El pasado familiar y tradicional de Velaspex asentó desde sus inicios una manera de hacer diferente: cercana, honesta y sólida. Una empresa que ha ido creciendo de generación en generación, manteniéndose fiel no sólo a una filosofía que apuesta por la calidad del producto, sino también por la calidad en la relación con sus clientes, asegurando una comunicación directa y creando fuertes vínculos de lealtad y confianza.

«Por nuestra manera de ser, de hacer.»

SER
valores


Por nuestra lealtad tanto con nuestros proveedores como con la apuesta de un producto que proporcione bienestar y disfrute. Por nuestra experiencia, nuestro compromiso responsable con las personas y el planeta, y por la búsqueda incansable de productos de alta calidad.

HACER
procesos


El pescado salvaje es capturado en el mar de Barents, para ser inmediatamente procesado y congelado por debajo de los -18ºC. Una rapidez y agilidad en el procesado que le confiere a nuestro pescado una durabilidad de 2 años en óptimas condiciones.
Nuestros productos son controlados por estrictos procesos de control de calidad que permiten ofrecer a todos nuestros clientes una descripción COMPLETA de ellos. Asimismo, todos nuestros productos son trazables, pudiéndose comprobar su proveniencia de caladeros sostenibles, Y, prueba de ello, son las certificaciones MSC Fishery y MSC Cadena de Custodia que nos avalan.

Apostamos y aseguramos que nuestros productos cumplen con los estándares de calidad:

  • Procedencia, para certificar el caladero, el arte de pesca y la sostenibilidad del propio caladero.
  • Packaging, para asegurar un correcto aspecto exterior de caja y etiquetado, contenido en agua  mínimo requerido, interfoliado, el rango de peso de la caja y el tamaño de los filetes.
  • Sabor/Textura/Olor, para informar de la experiencia a la hora de probar nuestros productos.

«Creemos en una cosa por encima de todas: LA CALIDAD

Para transmitir a todos nuestros clientes una idea de la experiencia culinaria, de la frescura del producto, su fileteado antes de las 6 horas de salir del mar, y su congelado en menos de una hora y media, asegurando la ausencia de hematomas, coágulos, vísceras, minimizando al mismo tiempo la presencia de sangre, y procurando que los filetes tengan un corte limpio con contorno definido.

Velaspex en el mundo


Flota


«Ellos, que desde hace casi un siglo nos mantienen a flote.»

OtoyoMendi (1928-1934) – Naufragio

IllunzaMendi (1928-1932) – Venta

Masó X – Masó XI (1938-1948) – Venta

Mourisca (1940-1965) – Desguace

Domayo (1940-1942) – Naufragio

Bahía de Pasajes – Abra de Bilbao (1952-1973) – Venta

Bahía Azul (1958-1967) – Venta

Bahía de los Vascos – Bahía de Nuestra Señora (1967 -1980) – Naufragio

Bahía de Guipúzcoa – Bahía de San Sebastián (1969)

Vega de Loyola (1970-1978) – Venta

Lasaola – Lasaberri (1983 -1993) – Desguace

Lasaola